QUE ME QUEDE COMO ESTOY



Un enfermo subía una pequeña cuesta, en una silla de ruedas, hacia la cueva donde se venera la Virgen de Lourdes, le iba dando con las manos avanzando poco a poco, y conforme subía, iba pidiéndole el milagro.

-Virgencita, que pueda andar.- Le parecía poco ya esto,  puesto que ese milagro lo daba ya por  conseguido, y siguió con su lista de peticiones. – Y que se me quite esa tos tan molesta del invierno. Y además que me salga una buena novia, y que consiga un buen trabajo. Y que…

Embebido en sus peticiones, oyó de repente un ruido extraño en la silla. El freno se le había roto, y a pesar de intentar retenerla agarrando las ruedas con la mano, no pudo con ella e inició una rápida bajada de espaldas cuesta abajo.

El enfermo juntó las manos, levantó la vista al cielo y según iba cogiendo velocidad cuesta abajo. Le pedía a la Virgen.

-Virgencita., Virgencita ¡¡que me quede como estoy!!. ¡¡que me quede como estoy!!....

Pues eso nos ha pasado a nosotros esperando que llegase el año 2021, pensando que e Covid iba a desaparecer por si solo.

Y no ha sido así, sino que se nos han multiplicado los problemas.

Hemos pasado unas fiestas de Navidad , fin de años y Reyes, haciendo lo que nos daba la gana y ahora pagamos las consecuencias.

No solo no hemos bajado la curva de la llamada segunda ola sino que en lo que llaman la tercera sin que desaparezca la segunda, nuestros contagios y fallecimientos aumentan como rosquillas.

Muchas personas apelan a la falta de responsabilidad de la ciudadanía y no les quito la razón pero añado que esto es así,  porque vemos como la clase política no le da importancia al Covid, en vez de hacer algo drástico , que aunque perjudique la economía salve vidas, vamos con paños calientes que tampoco ayudan a la económica y que aumentan la saturación de hospitales y Ucis.

Para contar lo que está pasando en este momento en nuestro país, habría que escribir todos los días, porque las novedades y los disgustos se acumulan, sobre todo en Madrid, mascarillas desaparecidas,  el hospital –internado de Ayuso, la vacunación lenta, la subida de las energéticas, las personas en situación precaria que aumentan, las nevadas que no ayudan y el ayuntamiento menos, la creencia de que los días de lluvia que vienen pueden empeorar la situación en Madrid.

En realidad el año 2020 fue malo pero el 2021 no parece que mejore y menos con esta clase política que solo piensa en sus propios intereses : Privatizar  para enriquecerse.

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