
Esta entrada de hoy es especial, para todos aquellos que os acercáis a mi blog.
Os voy a contar una historia alucinante en la que todos podemos estar sumergidos, si queremos.
Hace unos años Helena, la protagonista de esta historia, fue a Perú de vacaciones, y le encantó este país, pero vio la pobreza tan grande que había y volvió a Tenerife, dónde vivía en ese momento, con el corazón tocado por la gran sensibilidad que ella desprende.
Al cabo de los años, ese vacío, lo seguía teniendo en el corazón y los propios sufrimientos que nos da a todos la vida, le hizo volver a pensar en Perú y en lo que había visto.
Así que le dio mil vueltas a su cabeza y a su corazón , y cuando vio lo que tenia que hacer, vendió las cosas que tenia en Holanda, y se marchó a “El Valle Sagrado” Urubamba, un sitio precioso donde compró una tierra.
Su idea principal, es la de enseñar a pescar, en vez de dar los peces, así que empezó a dar clases a los niños y a los que iban, les daba de comer.
Poco a poco, con el hambre en el cuerpo, los niños empezaron a ir cada vez más a menudo….
Ella vio, que no solo bastaba educar a los hijos, había que luchar también por los padres, así que creó talleres de costura, carpintería, jardinería etc., para que los padres también se acercasen por allí.
Este es un poco el principio de Kuychi (arco iris).
Hoy en día, Helena ha creado a su alrededor muchas cañas de pescar, que con los años puede abrir las puestas a muchos hombres, mujeres y niños de su alrededor, que estaban muertos en vida y que muchos de ellos podrán vivir de su trabajo, porque tienen mucho mas de lo que habían imaginado.
En Kuychi a los voluntarios no se les paga nada, de esa forma todo el dinero se gasta íntegramente en los niños.
Tienen un consultorio medico y un dentista, tienen talleres que Helena consiguió con mucho esfuerzo que fueran homologados los estudios que allí se hacen…tiene un mundo de esperaza a su alrededor.
Podría estar horas, contándoos todo lo que yo vi, y lo que sentí, cuando estuve allí, pero podéis verlo por vosotros mismos pinchando en “Mi querida Helena” en mi blog.
He tenido la gran suerte, de contactar con el grupo de teatro del periódico 20 minutos y he sido invitada a representar con ellos la obra “Así en la tierra como en el cielo” en el Auditorio de la casa del Reloj, Paseo de la Chopera, 10 en Madrid, el día 22 de Diciembre, a las 7 de la tarde, yo os animo a los que podáis que vayáis a vernos, la entrada cuesta 3 euros y la recaudación será para la fundación niños del Arco iris.
Hoy desde aquí, os pido que colaboréis con ella, no importa la cantidad de dinero, pero hacerlo, porque si un día vais a Kuychi y lo veis, estaréis orgullosos de esta inversión que hacéis a la humanidad.
La cuenta que tenemos abierta en España es: 0061 – 0215 – 15 – 0123350170.
Os dejo con la página de Helena, que todo lo dice mejor que yo.
Me voy un par de semanas de vacaciones, antes de que llegue el estrés de navidad y toda su parafernalia vacía de lo más importante.
Nos vemos a la vuelta.
Os voy a contar una historia alucinante en la que todos podemos estar sumergidos, si queremos.
Hace unos años Helena, la protagonista de esta historia, fue a Perú de vacaciones, y le encantó este país, pero vio la pobreza tan grande que había y volvió a Tenerife, dónde vivía en ese momento, con el corazón tocado por la gran sensibilidad que ella desprende.
Al cabo de los años, ese vacío, lo seguía teniendo en el corazón y los propios sufrimientos que nos da a todos la vida, le hizo volver a pensar en Perú y en lo que había visto.
Así que le dio mil vueltas a su cabeza y a su corazón , y cuando vio lo que tenia que hacer, vendió las cosas que tenia en Holanda, y se marchó a “El Valle Sagrado” Urubamba, un sitio precioso donde compró una tierra.
Su idea principal, es la de enseñar a pescar, en vez de dar los peces, así que empezó a dar clases a los niños y a los que iban, les daba de comer.
Poco a poco, con el hambre en el cuerpo, los niños empezaron a ir cada vez más a menudo….
Ella vio, que no solo bastaba educar a los hijos, había que luchar también por los padres, así que creó talleres de costura, carpintería, jardinería etc., para que los padres también se acercasen por allí.
Este es un poco el principio de Kuychi (arco iris).
Hoy en día, Helena ha creado a su alrededor muchas cañas de pescar, que con los años puede abrir las puestas a muchos hombres, mujeres y niños de su alrededor, que estaban muertos en vida y que muchos de ellos podrán vivir de su trabajo, porque tienen mucho mas de lo que habían imaginado.
En Kuychi a los voluntarios no se les paga nada, de esa forma todo el dinero se gasta íntegramente en los niños.
Tienen un consultorio medico y un dentista, tienen talleres que Helena consiguió con mucho esfuerzo que fueran homologados los estudios que allí se hacen…tiene un mundo de esperaza a su alrededor.
Podría estar horas, contándoos todo lo que yo vi, y lo que sentí, cuando estuve allí, pero podéis verlo por vosotros mismos pinchando en “Mi querida Helena” en mi blog.
He tenido la gran suerte, de contactar con el grupo de teatro del periódico 20 minutos y he sido invitada a representar con ellos la obra “Así en la tierra como en el cielo” en el Auditorio de la casa del Reloj, Paseo de la Chopera, 10 en Madrid, el día 22 de Diciembre, a las 7 de la tarde, yo os animo a los que podáis que vayáis a vernos, la entrada cuesta 3 euros y la recaudación será para la fundación niños del Arco iris.
Hoy desde aquí, os pido que colaboréis con ella, no importa la cantidad de dinero, pero hacerlo, porque si un día vais a Kuychi y lo veis, estaréis orgullosos de esta inversión que hacéis a la humanidad.
La cuenta que tenemos abierta en España es: 0061 – 0215 – 15 – 0123350170.
Os dejo con la página de Helena, que todo lo dice mejor que yo.
Me voy un par de semanas de vacaciones, antes de que llegue el estrés de navidad y toda su parafernalia vacía de lo más importante.
Nos vemos a la vuelta.