Finaliza un año cargado de dificultades y zancadillas.
Desde que la ultra derecha ha metido su pezuña de lobo en las comunidades, el odio esta servido.
Si le sumamos a eso, que los medios de comunicación distorsionan la verdad, nos encontramos con opiniones de las desinformaciones en la calle, que son para llorar.
Ha sido un año duro donde hemos resucitado a la OTAN, donde nos arrodillamos ante Estados Unidos sin condenar el genocidio de Palestina y donde los gritos y los insultos entre la clase política no nos deja ver el sol.
Un año de recortes en sanidad y recortes en educación dos pilares importantes en nuestra sociedad del bienestar.
Un año donde los alquileres siguen subiendo, sin que se permita dar la solución correcta, porque son mas importantes los intereses económicos de unos pocos.
Un año en el que celebrar la Navidad o el cambio de año, resulta duro no solo por los seres que nos faltan a cada uno de nosotros , sino porque vemos que se camina con dificultades por esta senda de la vida donde han muerto 20.000 palestinos, han desaparecido cerca de 7.000, han herido a mas de 52.000 y han obligado a dejar su país a casi dos millones de personas.
Por todo eso, la lucha nunca termina, la lucha por la igualdad, el amor al prójimo debe de seguir.
Espero para todas las personas tengamos una vida mejor, donde deseemos con todas las fuerzas del mundo que la ultra derecha desaparezca , si no puede ser “por arte de magia” que sea “por arte de conciencia”, del voto pensado con el corazón mas que con la cartera.
Esperemos que lo mejor de este año 2023, sea lo peor del año 2024.
