YA ES VEINTE

Como todo lo que tenemos en este mundo alocado en el que vivimos, ofrecemos muchos servicios, pero luego a la hora de la verdad, no ofrecemos ninguna calidad.

Aquí esta mi línea de Internet, que se va todos los días un ratito, y eso de “hasta 20 megas” nada, nunca he llegado ni a una.

Creí que no os iba a poder recordar el día 20, aunque se que muchos de vosotros, no solo lo recordáis, sino que estáis extendiendo esta pequeña guerra contra los bancos y las telefonías móviles.

Pero empecemos a calentar motores, para todos los que todavía no saben que hacemos:

Intentamos hacer una pequeña huelga contra las compañías telefónicas móviles, que como bien sabéis, le ley les ha prohibido redondear el tiempo de llamada al alza y en venganza nos han subido la conexión de las llamadas.

Pues bien nosotros no usaremos el móvil un día al mes el día 20, y si entre todos conseguimos que esto se extienda, les haremos mucho daño…

¡¡¡ Solo un día!! No es tan difícil, llama desde las cabinas, o desde los fijos y si la llamada no es importante no la hagáis.

No enviéis mensajes, apagar el móvil por un día, como si no lo tuvieseis, que no es el fin del mundo, estar un día sin móvil, (aunque a veces nos lo parezca)

Solo con eso es suficiente para que las compañías se den cuenta que existimos y peleamos por lo que consideramos injusto.

Haremos lo mismo con respecto a los bancos, no pondremos un pie en un cajero, ni pagaremos nada con la tarjeta, ni haremos una transferencia el día 20, como si los bancos no existieran, que son los mayores usureros que hoy tenemos en nuestras vidas.

Ya sabéis por los periódicos, los intereses que cobran por el préstamo para comprar una vivienda, son capaces de dejar a familias en la calle porque las subidas de los intereses de sus hipotecas son tan altos, que no pueden hacer frente a su pago.

Animo, solo un día, cuanta mas repercusión tenga en todas partes, mas fácil será que nos miren.

Cuando lo hagan, se darán cuenta, que deben temer a los blogeros.

Sin, gritos, sin peleas, sin armas, solo con palabras.

Ignorándolos un día.