LAS NORMAS POR ENCIMA DE LA CORDURA

Como habréis comprobado he faltado unos días a mi cita con el blog, porque estuve visitando a mi familia pero aquí estoy de nuevo para contaros mis aventuras.

Utilicé el peor medio de locomoción que existe: El avión.

Ya os hable en mi entrada del día 22 de Marzo de los inconvenientes de viajar en avión, y ahora lo ratifico un poco más.

Por error al coger los billetes de Santiago a Ibiza, mi acompañante, puso mi nombre, mi carné de identidad y se equivocó y puso sus apellidos.

En el aeropuerto, de Santiago, nos explicaron que no podíamos viajar así, porque podía ser los datos de otra persona.

No hubo manera de que “entendiesen” que era un error, porque digo yo: Si esta mi nombre, y mi carné de identidad ¿puede ser de otra persona?

Máxime cuando tenia otros billetes de Madrid a Santiago, y de Ibiza a Madrid con los datos correctos.

Si los apellidos que están puestos es de la persona que me acompaña ¿no se ve perfectamente que es un error?

Las encantadoras azafatas, lo entendían perfectamente, pero “las normas, son las normas”, ya sabéis no hemos hecho las normas para mejorar las cosas, sino solo para cumplirlas sin mas, así nos ahorramos pensar, discernir, y sobre todo, lo mas importante comprender a los demás, porque no entra dentro de nuestras funciones.

Llamamos a “atrápalo” que es con quien siempre buscamos los billetes, y no hubo forma de que nos lo modificaran para que se lo diésemos correctamente a Spanair, que es con quien viajábamos.

Bien, no nos quedó otro remedio que comprar un billete ¿adivináis lo única opción que nos dieron? Comprar un billete de primera clase porque “no quedaban más”.

¿Y el que yo misma dejo libre?

¿Tendrían pensado sentar a alguien encima de mí?

Así que allá que fui a Ibiza en primera clase, pagando cinco veces más por el billete, y con mi asiento libre….supongo.

Os podéis imaginar, que las vacaciones a Ibiza se estropearon un poco.

Y un poco más cuando vi que mi maleta estaba rota por todas partes, se veía mi ropa por los laterales.

¿Me abonaran cinco veces lo que vale mi maleta?

Digo, yo, que seria lo justo, ya que metieron la pata….